Siempre se ha sabido que beber agua tibia con limón en ayunas es muy beneficioso para la salud, pero parece que en los últimos años ha ganado cada vez más adeptos.
El limón es una fuente alcalina de vitamina C y rica en potasio. Es muy saludable para reforzar el sistema inmunológico, ya que la vitamina C es buena para combatir los resfriados. El potasio estimula la función cerebral y nerviosa y ayuda a controlar la presión arterial.
¿Cómo afecta a nuestros dientes?
El esmalte de nuestros dientes se daña fácilmente cuando consumimos líquidos con un alto contenido de ácido. En concreto, empieza a ser nocivo cuando su pH está por debajo de 5,5.
Por otro lado, también debemos señalar que su poder de erosión aumenta cuanto más lento lo consumimos.
Es decir, si tardamos dos horas en beber un vaso con ese grado de pH, será más dañino que si lo bebemos en 15 minutos. Cuanto más largos son los sorbos, más tiempo permanece en la boca y, por lo tanto, es más dañino.
¿Cómo aliviar la sensibilidad dental?
Es recomendable visitar al dentista para comprobar el estado general de la boca y reparar el desgaste que está provocando la sensibilidad dental, la caries o la periodontitis.
¿El agua con gas daña los dientes?
Se han realizado estudios que demuestran que, aunque el agua carbonatada es un poco más ácida que el agua mineral normal, no afecta a los dientes de manera significativamente diferente. Por lo tanto, se puede decir que el agua con gas no daña la salud bucal.
Otro problema es que esta agua no contiene suficiente flúor, a diferencia del agua del grifo. Por tanto, si consumes agua carbonatada de forma habitual, es recomendable cepillarse los dientes con un dentífrico fluorado y utilizar agua del grifo para cocinar y, en parte, también para hidratarte.
Cepillarse los dientes justo después de comer tampoco sirve
La acidez de los alimentos en la boca se neutraliza naturalmente con la saliva, pero lleva tiempo. Al cepillarnos los dientes justo después de comer estaremos fregando el ácido, el mayor enemigo de nuestros dientes, ya que desmineraliza y debilita su superficie, haciéndonos más propensos a la caries, como demuestran varios estudios.
«Cuando comes o bebes algo ácido, el pH de la boca baja y tarda un tiempo en volver a la normalidad», explica Jeffrey Cole, presidente de la Academia Estadounidense de Dentistas.
Para evitar la erosión, debe esperar al menos una hora después de terminar una comida para cepillarse los dientes, y también es recomendable no enjuagarse demasiado la boca después del cepillado, ya que tiene que dejar restos de pasta de dientes en la boca.