La gingivitis es contagiosa, tanto en su forma más leve como cuando progresa a etapas más graves. Su transmisión se produce a través de la saliva, y las posibilidades de contagio dependen de varios factores.
Teniendo en cuenta el modo de transmisión, las parejas estables de personas con gingivitis tienen mayor riesgo de infectarse.
Aún así, esto dependerá de otros factores, como la cantidad de placa que el afectado acumule en las encías.
El sistema inmunológico de cada individuo también influye, lo que hace que las posibilidades de contraer gingivitis fluctúen hacia arriba o hacia abajo.
¿Cómo evitar la gingivitis?
Lo ideal es estar muy atento a tus hábitos diarios de higiene bucal, para que tu boca esté lo más libre de gérmenes posible.
Asegúrate de que tu pareja también cuide tu salud bucodental mediante el cepillado, el uso de hilo dental y los enjuagues, pero sobre todo, y lo más importante, que sepas que visita regularmente al dentista.
Hay que tener en cuenta que los síntomas de la gingivitis no son dolorosos hasta que es demasiado tarde.
¿Qué es la gingivitis?
En varias ocasiones te explicamos que la gingivitis es una inflamación de las encías producida por la acumulación de placa bacteriana que no ha sido eliminada.
Cuando no se mantiene una correcta higiene dental —cepillado y uso de hilo dental después de cada comida— los restos de comida y la placa bacteriana generada por la saliva se pudren y se depositan entre los dientes y los tejidos blandos de las encías.




