Por qué se tuercen los dientes

Desde que nacemos podemos adoptar hábitos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud bucal.

Incluso algo que puede parecer insignificante, como mantener la boca abierta sin hablar, puede hacernos daño.

Cuando la boca está abierta sin hablar, la lengua puede cambiar de posición al tragar. Si la lengua no está en el techo de la boca al tragar, esto lleva a un hábito incorrecto conocido como sacar la lengua.

La propulsión de la lengua es un fenómeno que provoca una deglución incorrecta. Este fenómeno hace que apliquemos mucha fuerza al tragar y esto afecta a los dientes, ya que la lengua y los labios aplican una fuerza adicional que dobla los dientes.

Esquelético

Cuando existe discrepancia entre el tamaño de los maxilares y los dientes, lo que provoca apiñamiento por falta de espacio en la arcada.

Esto también puede ocurrir cuando hay una diferencia entre las formas de ambas mandíbulas, por ejemplo una de ellas es ovalada pero la otra es triangular.

Comienzan en la infancia, afectando a los dientes de leche, que muchas veces se ignoran porque con el tiempo esta dentición cambiará, pero algunos pueden persistir incluso cuando el paciente ya es adulto y ya tiene su dentición permanente.

Hábitos de los bebés

En la primera infancia los hábitos son fundamentales y pueden marcar la diferencia entre tener los dientes torcidos o derechos.

El uso del chupete puede afectar a la erupción de los dientes de leche, especialmente en los niños que lo siguen utilizando a partir de los 3 años.

Muelas del juicio

Las muelas del juicio pueden cambiar el resto de tus dientes. Aunque es posible que las muelas del juicio no salgan nunca -depende de cada persona-, en la mayoría de los casos no tienen el espacio suficiente para nacer en la posición correcta.

Problemas de tener los dientes torcidos

Además de los inconvenientes estéticos de tener los dientes torcidos, existen muchas consecuencias negativas para la salud bucal.

  • En primer lugar, ejerce una presión innecesaria sobre la mandíbula y los dientes, ya que los dientes no encajan correctamente. Como resultado, la persona puede experimentar dolores de cabeza o dolor de cuello habituales similares a los que experimentaría una persona con bruxismo.
  • Los dientes apiñados y montados dificultan considerablemente la higiene bucal. Ni el cepillo de dientes ni la seda dental pueden acceder a las zonas interdentales, por lo que la acumulación de sarro puede provocar problemas de caries.
  • Asimismo, las encías son más susceptibles de contraer enfermedades periodontales –gingivitis y periodontitis– debido a la acumulación de placa bacteriana. Las bacterias presentes en los tejidos periodontales provocan, a su vez, halitosis o mal aliento.
  • El desgaste dental es otra de las principales consecuencias de los dientes torcidos.
Condiciones de uso
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