Cuando no existen las condiciones y no hay hueso para el implante, podemos recurrir a técnicas de regeneración tisular, que nos permitirán recuperar el hueso perdido.
Esto provocará la osteointegración del implante con el hueso.
Son tratamientos de regeneración ósea y permiten que el hueso dental se regenere de forma natural.
¿Cómo sé si tengo suficiente hueso para colocar implantes dentales?
Teniendo en cuenta que el hueso es fundamental para la colocación de los implantes dentales, lo primero que debemos saber es si realmente disponemos del hueso necesario para poder realizar una cirugía de implantes.
Técnicas para realizar implantes en pacientes con poco hueso
A continuación se detallan las diferentes técnicas que existen para tratar pacientes con este problema:
Implantes cigomáticos
Son implantes de hasta 10 mm de longitud que puede ser útil en pacientes con atrofias óseas. Este tratamiento ha demostrado ser eficaz a corto plazo, pero su estabilidad a largo plazo sigue siendo cuestionable, por lo que es una opción que debe tomarse con cautela.
Implantes pterigoideos
Es un tipo de implante que se coloca en la parte posterior del maxilar superior, en las apófisis pterigoides.
Hay dos pequeñas columnas de hueso situadas detrás del maxilar, por lo que los implantes pterigoideos deben ser un poco más largos que los convencionales y colocados en un ángulo de 45º.
Una ventaja importante de este tratamiento es que cumple la misma función que los implantes tradicionales y no requiere cirugía de injerto óseo, reduciendo tiempo y costos.
Injerto óseo para colocación de implantes dentales en pacientes con poco hueso
Una de las opciones para colocar implantes dentales en pacientes con poco hueso es realizar un injerto. Con este tratamiento, la mandíbula se agranda para permitir la colocación segura de implantes dentales.
Se puede colocar un injerto óseo del mismo paciente, de un donante o sustitutos óseos comercializados (animal, vegetal o sintético), recubierto por una membrana.
Después de esta intervención, es necesario esperar de 6 a 9 meses para que el injerto se endurezca y consolide.
Para evitar una nueva cirugía y acortar los tiempos de espera, existen otras técnicas de regeneración ósea. Tratamientos en los que se utilizan una especie de polvos o pequeños bloques compuestos por hidroxiapatita cálcica.
Este material llamado Bio-oss se coloca en la zona receptora, permitiendo que se regenere e integre con el hueso natural del propio paciente.
Suele tardar unos 4 meses hasta conseguir una base suficiente y estable. Una vez finalizado este proceso, se puede proceder a la colocación del implante dental.