La pregunta que da título a este post es una de las más habituales entre quienes quieren someterse a un tratamiento con implantes dentales.
La respuesta es afirmativa, aunque debe matizarse en cada caso. Existen, por tanto, algunas contraindicaciones, que pueden ser absolutas o relativas, según el estado de salud previo del paciente, sus particularidades y las características del obstáculo de que se trate.
¿Siempre se puede poner un implante dental?
Cualquiera es un buen candidato para los implantes. Hay, sin embargo, algunas enfermedades en las que es necesario un mayor control para obtener un resultado satisfactorio.
Por lo general, no se recomienda un implante en:
La mayoría de los implantólogos y dentistas, sin embargo, desaconsejan encarecidamente los implantes en los siguientes casos:
- Fumadores empedernidos. Se ha comprobado que el riesgo de fracaso es mayor por el tabaquismo. El cigarrillo reduce la vascularización (circulación de la sangre a través de las encías y los huesos) y, en consecuencia, retrasa la cicatrización de los tejidos, afectando la fusión ósea e implantaria.
- Personas con diabetes severa. En estos casos, se recomienda la estabilización de la glucosa en sangre antes de la intervención. Porque los altos niveles de azúcar pueden causar un problema de curación.
- Personas con enfermedad periodontal grave: La enfermedad periodontal avanzada, además de un alto riesgo de infección, puede destruir el hueso donde se colocan los implantes y, por tanto, es necesario controlar correctamente la periodontitis antes de proceder a una implantología tratamiento.
- También se descarta el implante en niños que aún no han completado el proceso de crecimiento, personas muy mayores o pacientes que consumen algún tipo de medicación como anticoagulantes o antirresortivos.
Si se verifica alguna de las características descritas, será necesario realizar más pasos intermedios antes de colocar estas piezas, o evaluar otras opciones. Por eso es tan importante acudir a un buen profesional.
Los implantes dentales, la solución más común
Los implantes Los aparatos de ortodoncia son elementos metálicos fijados al hueso de la mandíbula para poder servir de anclaje para coronas o prótesis dentales que imitan el diente.
Suelen tener el aspecto de un tornillo y el material con el que suelen estar fabricados es el titanio, ya que es un material biocompatible y muy resistente.




