La salud general comienza por la boca. El estado de la cavidad oral influye directamente en el bienestar de todo el organismo.
Las enfermedades más frecuentes son la caries dental y la enfermedad periodontal, patologías que afectan a una parte muy significativa de la población si no se realizan revisiones periódicas.
La prevención es fundamental, y una de las medidas más eficaces es someterse a una limpieza dental profesional cada seis meses.
Aunque mantengamos una higiene adecuada en casa, la boca acumula de forma constante placa bacteriana. Si no se elimina a tiempo, esa placa se endurece y se transforma en sarro, lo que aumenta el riesgo de inflamación de encías, caries y problemas periodontales.
¿Qué ocurre si no me realizo limpiezas dentales periódicas?
La placa bacteriana no solo es antiestética; es el origen de la mayoría de las enfermedades bucodentales.
Su acumulación puede provocar:
- Caries.
- Gingivitis y periodontitis.
- Mal aliento persistente.
- Mayor probabilidad de perder dientes.
- Mayor riesgo en personas con patologías como diabetes o enfermedades cardiovasculares.
El sarro no desaparece con el cepillado ni con el uso de hilo dental. Solo puede eliminarse mediante una limpieza profesional realizada en clínica.
¿Por qué cada seis meses?
Porque ese es el tiempo en el que la placa bacteriana suele mineralizarse y convertirse en sarro.
La limpieza dental profesional:
- Previene enfermedades de encías.
- Elimina placa y sarro que la higiene doméstica no alcanza.
- Reduce la inflamación gingival.
- Ayuda a mantener los dientes más limpios y sin manchas.
¿Si me cepillo a diario, también necesito una limpieza?
Sí. El cepillado y el hilo dental son imprescindibles, pero no son suficientes para eliminar el sarro.
La limpieza profesional permite acceder a zonas profundas como:
- El borde gingival.
- El cuello de los dientes.
- Espacios interdentales difíciles de limpiar en casa.




