Comer demasiada proteína y muy pocos carbohidratos hace que el cuerpo entre en un estado de cetosis, es decir, cuando su sistema comienza a quemar células grasas para obtener energía.
Este proceso crea productos de desecho llamados cetonas. Y tener demasiadas no es bueno: tu metabolismo no tiene más remedio que convertirte en una casa ambulante maloliente, excretando cetonas a través de la orina y el aliento. Tiene un olor rancio, que muchos comparan con fruta podrida.
Huele tu saliva
Lame tu muñeca con la lengua lo más profundo posible. Espere unos segundos para que la saliva se seque y luego huela la parte lamida. Esto es más o menos a lo que huele tu aliento.
Otra forma de oler la saliva es pasando un bastoncillo de algodón por el dorso de la lengua. Al oler el palillo, te harás una idea exacta del olor en la parte posterior de la boca, que es donde se concentran la mayoría de las bacterias que causan el mal aliento.
Pregúntele al dentista
Un alcoholímetro es un dispositivo que mide la concentración de azufre en el aliento de una persona y es utilizado por la mayoría de los consultorios dentales para detectar el mal aliento. Una persona puede hacerse un chequeo dental y confirmar si tiene halitosis.
Como beneficio adicional, el dentista buscará y posiblemente tratará la causa subyacente del mal aliento del paciente.
El aspecto de tu lengua
Ver el aspecto de tu lengua es de gran ayuda para saber si tienes mal aliento. Con la ayuda de un espejo, observa de qué color es tu lengua en la zona superior.
Si es blanquecina o amarilla, es indicativo de que necesita un cepillado inmediato.
La capa que se forma en tu lengua cuando tienes mal aliento se llama saburra. Es de ese color porque contiene células que provocan mal olor en la boca.
Entonces la idea es que elimines estas células y microorganismos que están causando tu mal aliento.
Huele tu propio aliento directamente
Cúbrete la boca y la nariz con ambas manos para que el aire que exhales vaya directo a tu nariz.
Es una forma discreta de comprobar tu aliento en público, aunque en realidad no puedes olerlo…
Lame tu muñeca (o un hisopo en la oreja) con la parte más profunda posible de tu lengua, espera unos segundos hasta que se seque y luego huele esa área.
Esto es más o menos a lo que realmente huele tu aliento. La parte posterior de la boca es donde se concentran la mayoría de las bacterias que causan el mal aliento.




