El hilo dental puede convertirse en el aliado perfecto del cepillo de dientes si lo usamos a diario y de forma correcta, ayudando así a nuestra higiene bucal.
Cómo usar hilo dental
- Retire y corte alrededor de 40 a 45 cm de hilo dental, envuelva la mayor parte de cada extremo alrededor de los dedos (anular o medio) de cada mano, dejando alrededor de 3 a 5 cm de hilo dental entre los dientes.
- Para agregar tensión, use su dedo pulgar e índice. Luego pase el hilo dental o la seda hacia arriba y hacia abajo frotando el borde de cada diente para eliminar la placa y los restos de comida.
- Si es posible, llegar lo más abajo posible de la línea de las encías para no cargar (cortar o dañar) el tejido gingival.
- Reemplace el hilo dental entre cada diente.
- Al retirar el hilo dental, retírelo de la misma manera de atrás hacia adelante.
Para una buena higiene dental, en nuestra clínica dental recomendamos hacerlo al menos dos veces al día y especialmente antes de acostarse.
Beneficios del uso del hilo dental
A continuación detallamos sus principales beneficios:
Reduce el riesgo de caries
La placa dental puede convertirse en una caries, lo que provoca una pequeña abertura o agujero en la superficie dura de los dientes conocida como esmalte.
Usar hilo dental entre los dientes al menos una vez al día puede ayudar a eliminar las partículas de comida ocultas y la acumulación de placa, lo que reduce el riesgo de caries.
Beneficios del hilo dental
Uno de los principales diferenciales es que consigue llegar donde el cepillo de dientes no llega, eliminando así todos los restos que deja.
De esta forma, se consigue evitar que se acumulen restos entre los dientes, previniendo así la aparición de cualquier tipo de infección posterior.
Por ello, es recomendable utilizar hilo dental después de cada cepillado para conseguir una higiene bucodental completa y, si las dificultades de la rutina diaria lo impiden, se recomienda su uso al menos una vez al día, preferentemente a las noche antes de ir a dormir.
Disminuye la presión
Muchos fragmentos de comida se quedan pegados en los dientes y, con el cepillo, no basta con sacarlos.
Aquí es donde entra el hilo dental, porque con él podrás acceder a esos fragmentos y esa placa generada que no es posible con el cepillo.
Esto reducirá la presión sobre tus dientes y encías, evitando que tus dientes se rompan y provoquen posibles infecciones futuras.