Antes que nada, debes saber que dentista y odontólogo son lo mismo en cuanto a figura profesional. De manera más coloquial, nos referimos al odontólogo para referirnos al profesional que atiende y soluciona todos los problemas y el seguimiento bucal de los pacientes, a nivel médico, pero el nombre formal es dentista.
La labor de estos profesionales consiste en el diagnóstico, tratamiento y prevención de la caries dental y de las enfermedades periodontales, (tanto por la acumulación de placa bacteriana y sarro alrededor de los dientes, como por las complicaciones que se presentan en las encías) .
Rol de un ortodoncista
Los ortodoncistas se especializan en corregir la alineación de los dientes y mejorar la mordida mediante la colocación de aparatos y dispositivos correctivos, incluidos aparatos ortopédicos tradicionales, aparatos linguales y alineadores transparentes.
Es posible que el tratamiento con el ortodoncista solo se dé durante el tratamiento de ortodoncia, por el contrario, el tratamiento con el odontólogo general será de por vida.
De hecho, es muy importante visitar a nuestro dentista regularmente para una revisión y examen para comprobar la aparición de caries, placa o sarro en nuestra boca. Acudir al dentista cada 6 meses o al menos una vez al año es muy importante para el mantenimiento y cuidado de nuestra salud bucal.
Encontrar un dentista cerca
Una de las mejores maneras de asegurarnos de que mantenemos nuestra rutina citas es tener el dentista cerca de casa. Ya sea porque está al lado de nuestro lugar de trabajo, al lado del gimnasio, del colegio infantil o de nuestra casa.
De esta forma, nos será mucho más fácil garantizar que asistiremos sin problemas. Si por lo general nos resulta complicado concertar citas o ir al dentista, lo mejor que podemos hacer por nuestra salud bucodental es facilitarnos el trabajo y evitar excusas como tener que viajar mucho.
En el caso de los más pequeños, por supuesto tendrán que ir al dentista acompañados, pero no está de más seguir haciéndolo cuando seamos adultos. Sobre todo cuando no es una cita de seguimiento, sino que vamos a realizar una intervención que requiere sedación o anestesia.
Aunque a nivel físico no nos afecta más allá de adormecer ciertas zonas de la boca, es posible que nos sintamos mareados tras salir de la clínica. Sobre todo si es probable que estemos muy nerviosos durante este tipo de intervenciones.
No hay razón para no ir al dentista
Aun así, hay mucha gente que evita ir al dentista. Algunos no buscan el tratamiento dental que pueden necesitar por indiferencia, otros por los costos que implica y muchos otros por miedo.
Si eres una de esas personas que no quiere ir al dentista, por la razón que sea, puede preguntarse: «¿Qué puede hacer el dentista por mí? ¿Vale la pena ir?» Para obtener la respuesta a estas preguntas, debe comprender lo que los dentistas intentan evitar.
El dentista puede salvarte del tormento del dolor y la pérdida de dientes. Con la colaboración del paciente, intenta neutralizar los efectos de la placa, que es una fina película de bacterias que se adhiere a los dientes. Las bacterias se alimentan y se multiplican en las partículas de alimentos, convirtiendo el azúcar en ácidos que atacan el esmalte y lo vuelven poroso.