Para mantener una buena higiene bucal, sólo debes utilizar cepillos de dientes eléctricos para eliminar toda la suciedad que se mete entre los dientes.
Cepillarse los dientes es un hábito diario imprescindible si se quiere mantener una buena salud dental y de las encías. Después de todo, hay muchos beneficios de cepillarse los dientes con un cepillo de dientes eléctrico.
La importancia de la higiene bucal
En la cavidad oral coexisten diferentes bacterias imperceptibles a simple vista. La acumulación de estos microorganismos en combinación con la saliva forma la conocida placa bacteriana, una película incolora y pegajosa que se adhiere a la superficie de los dientes, encías y otras superficies bucales.
Los azúcares de las bebidas y alimentos que ingerimos se combinan con la placa activando la liberación de ácidos que pueden dañar el esmalte dental y facilitar la formación de caries.
La acumulación de dicha placa favorece también la aparición de enfermedades gingivales, es decir, de las encías.
Cuando la placa no se elimina regularmente, reacciona con los minerales de la saliva y se calcifica, formando lo que conocemos como sarro dental, un depósito duro que se adhiere a los dientes y favorece la formación de nuevas colonias bacterianas.
El sarro, además de ser un problema antiestético, por ser amarillo y/o marrón, provoca mal aliento (halitosis), caries y gingivitis.
Esto no se puede cepillar y solo se puede eliminar en el consultorio dental mediante una limpieza profesional. Si no se elimina a tiempo, puede incluso provocar la pérdida del hueso que soporta los dientes, provocando su pérdida.
Cepillos de dientes eléctricos
Tienen un mango más largo y un cabezal más largo y delgado, lo que facilita llegar a zonas inaccesibles con un cepillo tradicional, como las muelas del juicio.
Para su comodidad, se recomienda para pacientes que han realizado un tratamiento dental e incluso para personas con discapacidades físicas o mentales, debido a su simplicidad de uso, no necesitan asistencia.
Cabezales de cepillo de dientes eléctrico
- Dureza: a la hora de elegir un cepillo de dientes eléctrico también debes seleccionar la dureza de su cabezal. Generalmente, encontrarás cabezas con cerdas suaves, medianas o duras. Siempre es preferible utilizar cabezales medios o blandos, aunque conviene cambiarlos con mayor frecuencia.
- Redondo: el cabezal redondo es el más habitual en los cepillos de dientes eléctricos. Sus ventajas son claras, ya que, por su pequeño tamaño, puede llegar a zonas difíciles de los dientes. Su uso es sencillo: basta con pasar el cepillo por todos los dientes (uno a uno), para eliminar con éxito la placa bacteriana.
- Alargado: el cabezal alargado de los cepillos de dientes eléctricos es muy similar al de los cepillos de dientes manuales clásicos. La higiene bucal es más rápida ya que ocupan más espacio. Pero, como desventaja, debemos señalar que no son capaces de llegar a todos los rincones de la boca.
En el mercado encontramos cepillos de dientes eléctricos que realizan diferentes movimientos: giratorios, oscilantes o ambos.
Se recomiendan aparatos que combinen ambos movimientos, ya que son más efectivos a la hora de eliminar con éxito las bacterias bucales.
La mejor técnica de cepillado
Un buen cepillado se basa en una buena técnica. Para eliminar la mayor cantidad de placa posible, los expertos recomiendan la técnica de Bass.
¿En qué consiste esta técnica?
La técnica de Bass consiste en realizar movimientos suaves y verticales de la encía hacia el borde del diente. Esta técnica permite una limpieza más profunda de las grietas gingivales.
Pero es importante no aplicar demasiada presión, para evitar el sangrado y la recesión de las encías. De hecho, muchos pacientes creen que ejerciendo más presión, la limpieza es más efectiva. Nada más lejos de la realidad, ya que se favorece la abrasión y la sensibilidad dental.